Rocafort de Querat nos esperaba el día 4 de agosto para su Festa Major.
Todo parecía aparentemente sencillo hasta llegar al pueblo. No había manera de encontrar la zona del concierto, ni con la ayuda de los habitantes del mismo. Como dice Fran «somos mejores músicos que conductores».
Cuando llegamos a la enorme pista vimos que nos tocaba montar en una jaula al más puro estilo WWE, pero las únicas tortas que se iban a dar allí iban a ser las que Dani le diese a los parches.
La prueba se atrasó un poquito y nuestro compi Pepe nos sonorizó a la velocidad del rayo. Ahora sí, llegaba el momento de cenar junto a la piscina.
Los bocatas de pan de pagés iban pasando con lomo, fuet, longaniza… y cenamos en compañía de Pepe y los montadores. Todo esto aderezado con patatas bravas a la luz de las linternas ya que se fue la luz, ¡y eso que aún no habíamos descargado todo el arsenal! El que descargó la tarjeta de Ready fue nuestro Fran, que la perdió y, por suerte, recuperaron sus compañeros.
Esto es ser un equipo, uno la lía pero el resto siempre está dispuesto a solucionarlo.
Con un frío que hacía que alguno de nosotros tocase sin remangar empezó la noche de rock and roll en Rocafort.
Agradeceros como siempre vuestros cálidos comentarios (y más con ese fresco) al finalizar el concierto, ¡siempre es un placer compartir esos momentos con vosotrxs!
Era momento de marchar y coger fuerzas para la segunda parte de nuestro fin de semana.