Un fin de semana de rock & roll (pt I)
2 septiembre, 2025

No es ningún secreto que hay cierta relación estrecha entre la zona de Huesca y Ready to Rock. Después de un par de visitas a Castigaleu el 22 de agosto era el turno de sus vecinos de Lascuarre.
Ese finde nos esperaban dos conciertos por la zona, por lo que decidimos hacer noche en Lascuarre para no volver a casa y tener que subir de nuevo, por lo que hicimos el mochilote para disfrutar de las Fiestas Mayores.
Al llegar Joan Carbonell y Estela estaban tocando y cantando para el baile de la fiesta mayor mientras que nosotros nos volvíamos locos pasando con el coche por las calles estrechas del pueblo. Después de descargar nos tomamos unas cervezas y fuimos a cenar al recinto de la piscina donde comimos MUY BIEN. Hemos comido en restaurantes más «delicados» y podemos decir que el bar de la piscina de Lascuarre les pasa la mano por la cara. Así que, cenados y contentos, empezaba la gran batalla… por un problema de agendas nos habíamos quedado sin técnico, en el escenario no había nadie encargado del mismo y Fran tuvo que hacer de técnico de sonido.
Nuestro guitarrista sudó sangre, batalló con el equipo, hizo imposibles y consiguió que aquello sonase esa noche. Gentes del pueblo ayudaron a subir las PA’s a una mesita improvisada con dos uves y un palé y rezamos para que la bola disco que giraba sobre Dani se mantuviese en su sitio toda la noche…
Eso sí, cuando llegó el momento nos enfundamos las ya míticas camisas y subimos al ruedo. Y debe ser que teníamos los cuernos muy grandes porque Lascuarre se mantenía de la mitad de la plaza hacia atrás. Quizá Fran había hecho que sonase demasiado cañero, pero poco a poco iban perdiendo el miedo y se nos iban acercando cada vez más. ¿Qué decir, Lascuarre? ¡Que cuando perdéis la vergüenza lo dais todo! Y la verdad es que fue un día en que prácticamente todo funcionaba y disfrutamos muchísimo con vosotrxs.
Al acabar el concierto pudimos saludar a varixs de vosotrxs, que ya nos habíamos visto en Castigaleu años antes, y os acompañamos a unos whisky-cola que a alguno de nosotros nos sentó mejor y a otros peor. Cuando la noche llegaba a su fin fuimos a dormir a una casa a escasos metros del escenario ya que al día siguiente la fiesta continuaba…
Queda mucho por contar sobre Lascuarre, pero esa ya es otra historia. La historia que nos interesa a nosotros es volver a este pueblo con tanta sed de rock and roll, ¡ojalá sea pronto!
