Dando castigo en Castigaleu

Blog: Dando castigo en Castigaleu

2 de septiembre en Aragón, más concretamente Castigaleu y su XXV Fet Fet Festival.

Iba a ser uno de esos viajes largos de logística compleja, incluyendo furgoneta y casa rural para pasar la noche.

Al llegar a Castigaleu coincidimos con Santi Patik, el DJ que pinchaba esa noche, y un fresquito que daba bastante gustito. Era pronto para las pruebas y tal, por lo que fuimos cogiendo sitio para comer junto a los técnicos. La paella estaba muy buena y esta vez sí tuvimos tiempo de degustar el fuet.

Esta vez sí decidimos participar en el bingo para, nuevamente, no ganarlo. Durante todo ese rato no dejó de llover y tronar poniendo en peligro el festival.

Al escampar aprovechamos para ir a la casa rural, descargar nuestras maletas y reunirnos para hablar con nuestro mánager sobre la temporada 2024. Lo divertido fue llegar allí y no saber dónde estaban las llaves, aquello parecía una gincana con códigos y todo. Pasamos tanto tiempo con Layka, la perra guardiana, que nos hicimos amigxs y jugamos un rato.

De vuelta al pueblo disfrutamos del show de Versión Kanalla y la sesión de Santi Patik. Cuando nos llamaron para cenar (embutidos, tortilla, ensalada…) nos comentaron que teníamos que empezar, por lo que no pudimos acabar de cenar y nos pusieron la bandeja de longanizas para llevar. Iba a ser un tremendo desayuno.

Ahora sí, con un check de nuestro confiable Chincheta salimos a por todas. Poco a poco la plaza se iba llenando, no sabemos qué pasa en Aragón que nuestro repertorio cuaja de maravilla con el público.

Pasaron cositas. Cuando tocamos sin haber podido probar antes siempre hay cosillas que ajustar durante el concierto que nos hace cometer fallos tontos como empezar fuera de tono, cambiar el orden o simplemente tener el día «fallón» por oírte regular, pero aún así lo pasamos tan en grande que nos dio igual. Incluso Blas aprovechó sus momentos de pausa para fregar el escenario con una fregona que encontró por allí.

Al acabar el concierto tuvimos la oportunidad de dejar de ganar una cesta, estuvimos disfrutando de Mallazo (y condenando que nos prometieron una de Julieta Venegas que nunca nos dieron) y nos fuimos retirando por fascículos a la casa rural para descansar. Bueno, para descansar quien pudo, porque Jose ronca como un limpiaparabrisas limpiando en seco, y alguno de nosotros tuvo que irse a dormir a la cocina. Alguno otro no se enteró de nada, ya que cuando llegó a la casa quedaban minutos para despertarnos e ir de camino a casa.

Castigaleu, ¡ha sido una auténtica sorpresa! ¡Por muchos Fet Fet Festival más!