El sábado 17 repetimos en el Fito Bar de Coma-Ruga.
Esta vez el aparcamiento estuvo algo más complicado, lo cual nos auguraba una noche con bastante afluencia, cosa que se acabó confirmando.
El trato de Paco y Rodolfo volvió a ser de 10. Hicimos las pruebas de las que salimos con la motivación por las nubes, ¡qué sonidazo!
Acto seguido fuimos a cenar con ellos a la pizzería DiMare en la que disfrutamos una vez más de sus pizzas y su pasta de una calidad exquisita. Tras la cena vendría la ronda de café y licores para estabilizar el estómago ya que se avecinaban curvas en el Fito Bar. Aún no habíamos entrado al local y ya nos habían invitado a una ronda agradeciéndonos que estuviéramos otra vez allí. ¡Gracias a vosotros! Gestos como estos hace que nos sintamos como en casa, y es que la gente del Fito Bar está hecha de otra pasta, se merecían un concierto a la altura.
Así que, puntuales, subimos al escenario y nos preparamos para la función. Sí, la función, porque lo que pasó anoche en el Fito Bar parecía más una performance, una obra de teatro musical, que un concierto al uso.
Todas las maldiciones de Ready quisieron asistir al concierto y al empezar una de las guitarras dejó de sonar, empezaban los problemas técnicos, el cual acabó solucionado con el inicio de concierto que fue arrollador, en la que el público ya no podía parar de bailar y cantar.
De hecho, muchos conoceréis una bromita que hacemos en cierto tema del repertorio. Pues esta vez nos quedamos pálidos con la reacción del público cantando a pleno pulmón, dejando en segundo plano el sonido que emanaba del escenario. ¡¡Impresionante chicxs!!
Pero las maldiciones no podían quedar ahí, y es que se nos fue la luz hasta en dos ocasiones. En la primera, parte del público empezó a cantar de forma instintiva el “cumpleaños feliz” salvándonos el momento de forma magistral.
En la segunda acabamos todos cantando la parte que continúa del solo de “Sweet Child O’ Mine” hasta que volvió la luz y pudimos continuarla con normalidad, ¡parecía preparado y todo!
Y para concluir la noche a Dani se le rompió la bordonera, por lo que Blas tuvo que ir en busca de cinta americana para repararla temporalmente. Pero la cinta estaba al otro lado del local, local abarrotado hemos de decir, improvisando Pablo sobre la marcha mientras Dani, cual McGiver, reparaba la caja y pudimos continuar con normalidad.
Tenemos que reconocer que esa noche se nos acabaron las improvisaciones para hacer tiempo, pero os lo tomasteis con mucha filosofía, respeto y comprensión, disfrutando del concierto dándolo todo de todas formas. Muchísimas gracias por ese trato sublime.
También queríamos agradecer que tras el concierto (o antes) os paréis un ratito a hablar con nosotros, compartir impresiones etc. El feedback es muy importante para nosotros, nos ayuda a mejorar y pulir aspectos del show, además de que nos gusta relacionarnos con nuestros seguidores. Gracias a todxs vosotrxs, ¡en especial a Laura que nos hizo unas fotos muy guapas!
Fito Bar, esperamos volver muy pronto, sois de nuestros destinos favoritos. ¡Salud y rock and roll!