BLOG

Un fin de semana de rock & roll (pt II)

2 septiembre, 2025

Tremenda noche en Lascuarre con muchos whisky-cola y poco dormir. Los cafés no se hicieron esperar por la mañana, bueno, mañana que se juntó con la hora de la comida.

Como quedamos tan contentos con el bar de la piscina decidimos reservar un chuletón y comer como nos merecíamos. Como era de esperar no nos defraudó y comimos genial.

Lo mejor de todo es que, después de comer, teníamos la piscina allí mismo para nosotros solos, por lo que el baño no se hizo esperar. El agua estaba fresca, pero cuando llevabas un rato se estaba la mar de agusto, esta es la vida que se merece un rockero. Hubo quien decidió descansar en el cesped recapacitando en la noche anterior mientras el resto se tomaba un café y un helado.

Tristemente la hora había llegado y nos teníamos que poner en marcha para un nuevo concierto, Ready to Rock repetía en Tartareu para su Festa Major junto a La Prole Band.

El destino quiso que llegáramos detrás de la 478neta, conducida por Jose y con media Prole Band dentro, ¡ya es casualidad! Estuvieron disfrutando de una tarde de piscina y ahora les tocaba montar y probar.

El año pasado en Tartareu comenzó lo que este año llamamos «la maldición de la Prole to Rock», casi no pudimos tocar porque llovió. Llovió muchísimo. Por suerte el cielo estaba despejado y las pruebas avanzaron con normalidad, tanto de La Prole como de Ready. Este día nos volvería a acompañar nuestro Enric «Chincheta» a los mandos, para descanso de Fran. Sin mucha preocupación pudimos terminar y ponernos a cenar la carne a la brasa y macarrones que nos habían preparado l’associació de joves de Tartareu.

Aún tardaríamos en tocar, por lo que cada cual mataba el tiempo a su manera: Pablo viendo el fútbol con La Prole Band, Fran y Blas jugando a cartas con un compañero del equipo de sonido y Dani Dani es un alma libre.

Se acercaba la hora de tocar, no había ni una nube, todo estaba a favor. ¿Se había roto la Maldición de la Prole to Rock? Ni lo sueñes, el generador acababa de petar. Al menos este año ya nos habíamos puesto las camisas… pero no había por qué alarmarse. Encontraron la forma de encender de nuevo el generador y pudimos comenzar el bolo con aparente normalidad.

Quizá ese finde estábamos empoderados o algo, pero volvió a pasar: la gente no se atrevía a pasar de la mesa de sonido. Algunos grupos valientes se acercaban, pero costó mucho que la masa llegase a la parte delantera de la pista. Todo parecía ir sobre ruedas hasta que, mientras coreábamos el «We Will Rock You», el generador volvió a petar.

Esta vez costó bastante más ponerlo en marcha de nuevo y notamos el bajón de participación en el público, pero pudimos encauzarlo de nuevo y se bailaron unos cuantos rock and roll de los buenos.

En acabar pudimos disfrutar un rato de La Prole Band, que se inventaron una buena con un ukelele y una flauta dulce por si había apagón… que lo hubo. ¡Son unos cracks!

Después de ver unos cuantos medleys fuimos a un pueblo cercano a hacer noche, en un albergue. En principio «Chincheta» dormía con nosotros, pero sólo teníamos una llave, por lo que le avisamos dónde era y que le dejaríamos la puerta abierta. ¿Resultado? Dejamos la puerta abierta y Enric durmió en el coche… un desastre.

Tartareu, este año sí, ¡mucho rock and roll!

Compartir publicación

OTRAS PUBLICACIONES DEL BLOG