16 de septiembre y Ready to Rock se pone en marcha camino a la provincia de Barcelona para ofrecer su repertorio a Sant Pere Sallavinera.
Era uno de esos bolos que empiezan tarde y acaban temprano, por lo que nos curamos en salud y alquilamos una furgoneta para ir todos juntos y hacer piña. Jose y Enric nos acompañarían en esta aventura rockandrollera para que todo saliese a pedir de boca.
Cuando llegamos a Sant Pere nos esperaban nuestros compis de Teknowatt Sound, con los que ya habíamos coincidido en conciertos anteriores. Esta vez sí tuvimos tiempo suficiente para probar (incluso probamos luces, que nos convertían en un caramelito para los cientos de bichos alados que nos golpeaban en la cara mientras probábamos). Lo dejamos todo preparado y fuimos a cenar al único bar cercano: ensaladas, embutidos, pan con tomate, butifarra y postre para coger fuerzas, ya que aún faltaban alrededor de 3 horas para empezar a tocar.
Hasta la hora del concierto pudimos disfrutar del «talent show» que habían preparado en el centro social del pueblo (mención especial para los Rammstein de Sant Pere que nos deleitaron con su versión de «Du Hast») mientras algunos de nosotros recuperábamos fuerzas durmiendo en la furgoneta.
El talent show iba llegando a su fin y nosotros nos cambiábamos en el camerino para salir a escena cuanto antes. Una vez pinchada la intro salimos con todo al escenario que más que un escenario parecía una piscina. La humedad se había cebado de lo lindo con nuestro equipo y, pese a que Jose lo estuvo secando, aún quedaban charcos sobre el escenario.
Hemos de decir que desde el inicio el ambiente estaba caldeado, se notaba lo que gusta en Sant Pere, el buen rock. El público cantaba y bailaba con nosotros sin parar sin tener en cuenta que pasaba la 1:30 de la noche. Incluso el micro de Blas quería marcharse a dormir y en media actuación decidió empezar a recogerse, obligándole a cantar con las piernas más abiertas que los Ramones.
Pudimos reconocer en el público a los Rammstein de Sant Pere y nos sorprendió la gran presencia y participación de jóvenes, el target que más se nos escapa. Muy agradecidos por vuestras palabras al terminar el concierto, nos alegra mucho saber que fuimos la alternativa rockera que tanto llevabais esperando.
Mención especial a un cantante de ópera y de banda heavy que hizo las delicias de la banda cantando absolutamente TODO con una enorme sonrisa en su cara. Ojo, y la pareja de Cornellà que pedía Estopa y tuvo lo que pedía.
También defender que el sorteo de la camiseta de esa noche, como siempre, era aleatorio. Que le tocase a un miembro del ayuntamiento fue pura casualidad. Que ganase él el sorteo quiere decir mucho de Sant Pere y su relación con el rock.
Sant Pere de Sallavinera, ha sido un auténtico placer dar la nota en vuestras fiestas mayores. Ojalá volvamos a vernos pronto porque un pueblo tan rockero no es tan fácil de encontrar.