Sin que la lluvia nos espante
19 mayo, 2025

El 10 de mayo nos esperaba el Festival Interpeñas de Caspe.
Como nos iban a dar horas intempestivas y el tiempo amenazaba con lluvias torrenciales decidimos ir juntos en furgoneta para hacer más ameno el viaje. Aunque nos llovió un poco el viaje fue bastante ameno y llegamos a Caspe sin complicaciones.
Una vez allí tuvimos que cargar con el equipo cruzando el pabellón entero. Suerte que Jordi, que repetía como técnico un día más, llevaba un carro consigo que aprovechamos para llevar las cosas más pesadas.
Lo pusimos todo al lado del escenario y disfrutamos de unas birras, hamburguesas y pizzas viendo a los Riffyraffe, con los que compartíamos parte del repertorio y del buen rollo. ¡Daba gusto ver a tanta gente corear y disfrutar de grandes temazos del rock! Somos una especie en extinción.
En cuanto acabaron subimos los cacharros y empezamos a colocar y probar que la señal llegase a mesa para poder dar el concierto en las mejores condiciones posibles. Se nos pasó la hora de comenzar, pero creednos que era necesario para ver un bolo con cara y ojos.
Bajamos lo justo para ponernos las camisas, suena la intro y salimos a escena a darlo todo con la gente de Caspe. La verdad es que el pabellón parecía tener vida propia. Todo el mundo bailaba y cantaba, atentos al escenario en todo momento. Había quien se atrevía a cargar a sus amigos a hombros y pasear por ahí, tiene mérito teniendo en cuenta que la fiesta llevaba horas en marcha.
Después del concierto tuvimos sesión de firmas y fotos con lxs más atrevidxs que se acercaban a nosotros, pero no nos entretuvimos demasiado ya que nos esperaba una hora y media de viaje de vuelta.
Estuvimos escuchando Crims, pero acabamos sucumbiendo todos a los brazos de Morfeo. Eso sí, cuando Dani decidía apearse para descansar se despejaba y el viaje continuaba. Ahora sí, ya han comenzado los findes de Ready to Rock.
