El pasado sábado 14 de diciembre pisamos Lleida por primera vez, en el pub Legend, y prometía ser un estreno por todo lo alto.
Tras un apacible paseo por nuestra amada autopista AP2, la cual ya conocemos como una vieja amiga que nos desea buen viaje, llegamos a la capital con una sorpresa por nuestra parte, hacía más frío en Tarragona que en Lleida.
Bueno, se percató ¾ de la banda, ya que Pablo se olvidó la camisa y se paseó un ratito más por nuestra amada autopista.
Parecía que iba a ser nuestra noche de suerte. Los coches estaban más cerca del escenario que nunca, así que la descarga y montaje fueron muy cómodos. Aunque lo de la noche de suerte iba más bien por otro lado. Justo en la puerta el dueño o dueña de un perrete hizo sus necesidades, la cual fue interceptada en numerosas ocasiones por los miembros de la banda.
Suerte que nos cambiamos de zapatos para el bolo, sino podíamos tirar todos los pedales.
Tras la prueba de sonido, en la que una vez más rayábamos nuestros mínimos más insospechados, seguía siendo un cañonazo y a Lleida se le iba a grabar a fuego quien era Ready to Rock.
Los platos combinados y las hamburguesas no se hicieron de esperar en la Cafetería Europa donde cenamos y tomamos los licores, licores que augurarían los gin-tonics de vuelta al pub de aspecto irlandés. La noche iba a ser una fiesta.
Y ahí estaban los Ready, en un escenario que nos demuestra que se llevan bastante bien, sino no se soportarían el uno tan cerca del otro. El pub se llenaba por momentos y la gente se iba soltando poco a poco y por sectores dejándose llevar por el baile que emanaba de sus cuerpos.
Agradecerle a Rosa que nos promocionara por allí, que también estuvo presente y tuvo su merecido aplauso, y al fotógrafo de la sala, que nos hizo un reportaje la mar de exhaustivo (¡morimos de ganas de verlas!).
Todo era estupendo hasta el momento en que la gente empezó a pedir de nuevo el tema de The Police. Quizá les había gustado mucho y era momento de repetirla.
Nada más lejos de la realidad, la policía había sido alertada del ruido y nos hacía parar el concierto para bajón general. ¡Estábamos en el punto álgido de la actuación! Pero las fuerzas del orden no estaban muy por la labor de unirse a la fiesta.
Tras el incidente de la deposición de perro creíamos que iba a ser nuestra noche de suerte y resulto ser una noche de mierda.
¡No! Para nada. Fue una lástima parar el concierto antes de lo esperado pero disfrutamos muchísimo y por vuestra reacción, ¡sabemos que vosotrxs también!
Procuraremos volver y mostraros el final de nuestro setlist 😉
También queríamos mandar un saludo a Ramón, DJ de la sala, que se las sabía todas. Se llevó un setlist firmado y todo, ¡gracias por tus bellas palabras!
No será la última, Lleida, y si vuelve la policía también nos sabemos la de “Jailhouse Rock” 😉