El día 21 de julio llegaba una de las fechas más importantes de este año para Ready to Rock, el Ensorra’t.
El Ensorra’t es un festival bastante importante que se celebra en Blanes, lo que iba a requerir de una logística especial. Para llegar a la hora de las pruebas teníamos que salir de Tarragona a las 14:30 como muy tarde y Blas salía a las 15 del trabajo. La mañana empezaba divertida, mientras el resto de Ready iba a por la furgoneta.
Llegada la hora salimos directos para Blanes porque en la carretera podemos encontrar de todo y así fue. Nuestro técnico no había comido, no habíamos comprado aguas, los pipis que cuando aprietan hay que soltarlos, una retención importante… teníamos faena.
Por suerte llegamos allí a la hora acordada, empezamos a montar y esperamos a que acabasen para hacer las pruebas. Primera sorpresa de la noche: nos habíamos olvidado los inear, así que iba a ser noche de reventada de tímpanos con los monitores de suelo.
Por allí ya iban apareciendo los compis de Whipping y Pedrá, con los que compartíamos cartel. ¡Desde Plasencia vinieron a tocar en el Ensorra’t! Es admirable. Aprovechando que les tocaba probar fuimos a tomar unas cervezas, unas empanadas argentinas y a disfrutar del rinconcito chill out junto a la gran hormiga en la playa de Blanes.
Las horas iban pasando, los cubatas se iban llenando (¡teníamos botellas de todo tipo en el camerino!), cenamos allí con todo el equipo y era el momento del thrash metal más Megadethero con Whipping.
Nos acompañaban los chicos de Daftefilms, que esa noche nos grabarían el vídeo de promo, mientras tanto nosotros gritábamos al son de Extremoduro con los Pedrá. Y ahora sí, llega el momento de ponerse las camisas y salir con todo al escenario.
La arena vibraba bajo el escenario. La playa se movía de la cantidad de gente que había y cuándo rompieron las primeras notas de «It’s My Life» el público ya estuvo con nosotros durante la hora y cuarto de concierto que teníamos por delante.
Ya nos olíamos cómo era el Ensorra’t y por eso llevamos lo más duro de nuestro repertorio. Lástima que no lo pudimos mostrar todo por cuestiones de horario y permisos, pero pudimos mostrar un botón. Aquello era una locura de fotos, de cámaras por el escenario y bajo el mismo. Los integrantes posábamos, tocábamos, esquivábamos y de todo. Fue una maravilla de bolo.
Lástima que tuvimos que cortar de forma abrupta, pero ojalá que podamos volver pronto y enseñaros de qué somos capaces. Luego solo quedaba la larga vuelta a casa, muertos de sueño y con la idea de que al día siguiente teníamos otro concierto. Finalmente llegamos a las 7, ¿eso cuenta como madrugar?
Blanes, ha sido sencillamente espectacular. ¡Agradecidos y encantados!