Y para terminar el año fuimos el baile de nochevieja en Roda de Berà.
Fue nuestra primera vez como músicos de fin de año y, para decepción de muchos, ninguno de nosotros se atrevió a llevar capa como Ramón García.
Esa noche nos acompañaba el equipo de Solucions, con los que hemos trabajado en más de una ocasión y son sinónimo de calidad. Cuando llegamos al pabellón ya estaban montándolo todo y pronto Pepe nos haría la prueba de sonido para que aquello retumbase.
El sitio era un tanto peculiar. Nos dijeron que había un baño «por ahí dentro» y «ahí dentro» sólo había oscuridad. No sabemos la de puertas que abrimos a tientas, pero el baño brillaba por su ausencia. Más tarde nos aclararon que los baños estaban fuera, así que aquello había sido una misión imposible.
Tras las pruebas nos pusimos nuestras mejores galas, pero como nuestro uniforme de Ready ya es lo suficientemente elegante era difícil de distinguir. Ahora sí, era hora de coger asiento y disfrutar de la cena con nuestras familias, que habían sido invitadas también.
Lo de la cena fue peculiar. Pusieron una pantalla enorme en el escenario, pero desde nuestro ángulo no veíamos nada. Luego, el catering no estaba muy claro y parecía que nos traían cosas que habían sobrado de otro sitio, no parecíamos estar en armonía con el resto de lxs asistentes. Por suerte, el maitre vio la situación y le puso solución, por lo que pudimos cenar caliente y acompañar las campanadas con un vino, ¡muchas gracias por ser tan atento con nosotrxs!
Con las campanadas al acecho preparamos las uvas (y los ositos de goma en algún caso…) y entramos en el año 2024. Llamadas, besos, abrazos y al camerino a por el uniforme standard de Ready, era hora de dar el último o primer concierto del año, como se quiera ver.
La situación fue un poco extraña. Por lo general lxs asistentes se mantenían sentadxs, escuchándonos de fondo, pero poco a poco lxs valientes se lanzaban al ruedo.
El público era, mayormente, de avanzada edad, pero eso no les limitaba a la hora de bailar al estilo country todo lo que saliese de nuestro repertorio, ¡incluso el punk rock! Incluso alguna pareja aprovechó los temas con menos bpm para bailar pegados, eso es dedicación. Para desgracia de otrxs asistentes no hubo ningún pasodoble, aunque subieron al escenario a preguntárnoslo. Quizá ha llegado el momento de cambiar nuestro nombre a «Rock to Rock», para dejar más claro lo que hacemos.
Mención especial a nuestro amigo Rafa de Soul Fury que estuvo allí con su mujer y unos amigos dándolo todo con nosotros.
Después de aquello quedaba recoger y volver a casa con la satisfacción de terminar y empezar el año haciendo lo que más nos gusta. Ahora nos queda seguir preparando lo que viene en 2024. ¡Estad atentos!