El sábado 13 de agosto estuvimos en Teruel, en las Minas de Ojos Negros, para las fiestas de Sierra Menera.
La mañana comenzó muy temprano para Fran y Blas que fueron a buscar la furgoneta a l’Hospitalet de l’Infant (¡están codiciadísimas!) y que luego harían un tour por distintos garajes y parkings para cargar la furgoneta con la parte del equipo de cada integrante.
Dani no nos acompañaría esta vez, por lo que contaríamos con el grandísimo Alex, batería de bandas como Band El Palo o Los Aliados y viejo amigo de nuestro Jose.
Pasado el mediodía nos pusimos en marcha y nos sorprendió que yendo al interior donde supuestamente hace mucho calor nos empezó a llover y no salió el sol en ningún momento. Lo que sí nos topamos fue un camión tumbado en medio de la carretera que nos obligó a coger un camino de tierra muy convenientemente ubicado.
Primero hicimos una parada en Calamocha, donde pasaríamos la noche, nos sorprenderíamos con las rúas de gente disfrazada por las calles como si fuese pleno carnaval y nos dirigimos a las Minas. Aquí todo empezó a volverse confuso.
En el pueblo nada parecía indicar que hubiese un concierto, de hecho nos costó mucho llegar hasta allí. Unas vueltas después nos dimos cuenta que el concierto era en un barrio que era como otro pueblo, aún más alejado y por un camino al más puro estilo “Las Colinas Tienen Ojos”. Una vez allí callejeamos por las calles vacías hasta toparnos con la enorme carpa en la que se resguardaba todo el barrio. Pronto nos dimos cuenta de por qué, aunque las sudaderas y chaquetas nos daban una idea: hacía bastante frío.
En la carpa nos esperaba el DJ David Mor que pondría la guinda del pastel a la noche de fiestas de Sierra Menera y pronto empezamos a montar el equipo y probar.
Después de las pruebas nos invitaron a cenar unos ‘regañaos’, pan y embutidos que nos vinieron la mar de bien para coger fuerzas mientras Jose y Alex contaban anécdotas de sus aventuras cuando tocaban juntos. Nos reímos cantidad en la sobremesa.
Con un café y un chupito encima nos preparamos para salir en cuanto nos dieran la señal. Mientras tanto nuestros compañeros de Ready se tomaban alguna cerveza e incluso Blas probó suerte en la caseta de tiro (se llevó un llavero y todo). Dada la señal nos pusimos en marcha.
El concierto se iba abriendo paso cual quitanieves entre un público un tanto receloso al principio, pero que poco a poco se iba soltando, bailando y cantando los temas durante las más de dos horas que duró el concierto.
Tuvimos alguna liada, el inalámbrico de Blas decidió no funcionar del todo y acabó ‘cableado’ con un buen enredo, alguna baqueta se caía pero la noche seguía a tope rodeadxs de personajes de lo más variopinto, desde Lightyears a guardias civiles. Especial mención al grupo disfrazado de Super Mario que lo dieron todo en todo momento, ¡enormes!
Tras el concierto quedaba el simpático viaje de vuelta por las oscuras y estrechas carreteras de Teruel, a una media hora de nuestro hotel en el que, cuando llegamos, no nos dejaban entrar la furgoneta en el parking ya pagado. Un pequeño contratiempo que nos costó el poder descansar más para salir la mañana siguiente después de desayunar y estar a buena hora de vuelta en nuestra Tarragona.
Sierra Menera, fue toda una sorpresa ver tanto ambiente en un lugar tan retirado. ¡Que sigáis teniendo unas fiestas tan geniales y que nos volvamos a ver pronto con más rock and roll!