Tras la boda en La Florida tuvimos que recoger a toda prisa porque nos esperaba una fiesta mayor en Masroig.
Entre barro y charcos recogimos a toda prisa y llegamos justos para la prueba de sonido donde nuestro querido Jose ya había montado otra batería para agilizar las cosas. Realmente fue más complejo conducir por sus estrechas calles que no dejaban margen de error a nuestros coches que doblaban las esquinas con el embrague a fondo.
La prueba fue rápida y ágil con la ayuda de Paco, que tiene una dilatada experiencia como técnico y estuvo comentando el equipo con nuestros guitarristas. Al final todo queda en familia.
Una vez hecha la prueba cenamos unas llescas de pan con todo un muestrario de embutidos que cogimos con muchas ganas (algunos más que otros) y una bebida a gusto del consumidor. Alguno de nosotros optó por la “medicina” o bebida espirituosa de turno, mientras que otros tiraban de ibuprofeno por el dolor de cabeza.
Llegadas las 00 Ready to Rock apareció en el escenario y ofreció dos horas ininterrumpidas de mixes y temas para todos los públicos en una sala abarrotada como si de 2019 se tratase, ¡qué ganas teníamos de un bolo de los de antes! Además no hubo tema que cayese en saco roto y fue una auténtica fiesta de principio a fin. Aunque alguno de nuestros integrantes casi cae al suelo, pero por la resbaladiza madera del escenario.
Fue una auténtica gozada, para nosotros esta ha sido la auténtica vuelta a los escenarios que deseábamos desde hace años.
Masroig, ¡ojalá volver a vernos pronto!