A Ready, en los puentes, se lo lleva la corriente

Blog: A Ready, en los puentes, se lo lleva la corriente

Y es que este puente ha estado repleto de conciertos.

RIUDECANYES

La primera parada fue en Riudecanyes, el 29 de mayo, allí nos esperaba Annabel y sus amigxs para disfrutar de su cumpleaños al ritmo de los mejores temas de rock. Y realmente nos esperó porque no encontrábamos el sitio, dimos alguna vuelta turística por el pueblo antes de encontrar la pendiente, que era más vertical que horizontal.

Una vez allí empezamos con el “peloteo”, es decir, llevar los trastos de un lado al otro de la pista de tenis en la que íbamos a dar el concierto. Se podría decir que era un buen calentamiento para nuestro siguiente partido, del que hablaremos más tarde.

Con previsión de lluvia y viento que, por suerte, no se cumplió comenzó el primer bolo de Ready de esa semana. El público sería reducido, pero se movía tanto que daba la impresión de que había 3 veces más. ¡Hasta gente en silla de ruedas se comía la pista de baile!

Muchxs peques nos acompañaban con sus instrumentos hinchables mientras los mayores cantaban a pleno pulmón, fue una auténtica fiesta.

Llegado el final recogimos a escape porque igual que el río desemboca en el mar los Ready empezaron en Riudecanyes para acabar en Ametlla de Mar, en la Festa de la Tonyina. Aunque este viaje no iba a ser tan sencillo. Por el camino se cumplió la profecía, empezó a llover.

L’AMETLLA DE MAR

Allí nuestro querido Chincheta nos esperaba con el equipo montado y Sergi, que nos trajo su batería para hacernos un favorazo, ya que llegábamos muy justos como para montar todo de 0. Pero todo el plan se giró y pensábamos qué hacer mientras esperábamos a que un toro mecánico retirase un bloque de hormigón que nos imposibilitaba el paso.

Cuando conseguimos llegar la carpa estaba petada y el escenario empapado (quedaba fuera de ésta), por lo que en un movimiento desesperado decidieron montar delante del DJ mientras la gente bailaba. El desastre estaba garantizado.

Con poquísimos medios, empapados y como pudimos montamos y “probamos” el equipo para salvar aquel concierto que tan mala pinta tenía (no como esos niguiris que no pudimos probar, ¡madre mía la fiesta del atún!).

Mediante el bolo avanzaba la cosa mejoraba. Cada vez la gente estaba más a tope con el rock and roll cantando y bailando todo, pero sólo mejoraba de vallas hacia afuera, de vallas hacia adentro el horror se apoderaba del escenario.

Los inears dejaban de ir. Todos cantábamos y tocábamos sin entender nada ni oír nada de vuelta, los acoples eran constantes y nuestro Chincheta sudó la gota gorda subiendo y bajando faders como bien pudo. Fue el héroe de la noche, por supuesto.

Pero, desde fuera era un festival. Punkys jóvenes bailando el rock and roll con niñas de 4 años, pequeños rockeros pidiendo un tema de Iron Maiden, familias enteras cantando “Bon Dia”, un señor que había visto 5 veces a Metallica y luego a Ready to Rock… no hubo ni un solo tema que cayese en saco roto, ¡disfrutamos muchísimo pese a todas las adversidades que nos encontramos durante la noche! Hasta hicimos un bis del bis en el que el afortunado se llevó una de las púas del concierto.

Después de todo eso fuimos a cenar con un gran sentimiento de satisfacción y la mirada encarada al día siguiente, ¡continuaba el puente del Readytorock!