19 de mayo y Ready to Rock rumbo a Granollers, exactamente a Can Biel para el 18 cumpleaños de Manuel.
El camino hasta allí fue delicado, la lluvia no daba descanso, pero en el restaurante estaríamos a cubierto para ofrecerles una mayoría de edad bien rockera al lado del podio de Fórmula 1, ya que Manuel es un fanático de ese deporte.
Tras las pruebas de sonido aprovechamos para cenar allí: espalda de cordero, costillas… ¡no nos íbamos a quedar con hambre, desde luego! Con esa energía el bolo iba a ir a toda velocidad.
Nos colocamos en nuestras marcas y esperamos la señal: “Ahora, Pablo, la canción del pájaro de Port Aventura”. En ese momento It’s My Life de Bon Jovi cayó sobre sus cabezas como advertencia de lo que se venía, dos horas de rock ininterrumpidas.
Los invitados entraban y salían, pero era muy interesante ver cómo los más jóvenes bailaban la Creedence, un rock and roll o cómo los adultos abandonaban la mesa (y todo lo que en ella había) para enseñarles cómo se bailaba.
Fue una noche bastante diferente y divertida. Y, entre gatos y tortugas, los Ready cargaban sus coches para el bolo que tenían al día siguiente.
¡Por muchos más, Manuel! “Acelera un poco más…”