Cuando diluvia en La Selva…

Blog: Cuando diluvia en La Selva…

1 de junio en el Mas d’en Sord, día señalado en el calendario de Ivan y Miriam porque Ready to Rock iba a tocar en su boda.

Comenzamos el montaje bien tempranito, junto a la piscina, en un cesped de esos que te salen pokémon e incluso los vietcong. Pudimos salvar el desnivel con cierta maestría y nos preparamos para nuestras primeras pruebas de sonido al aire libre con la falta de Fran, que estaba muy ocupado siendo padre. Hasta que el gobierno deje de pagarle por dar biberones Albert le dará un toque blusero a la guitarra solista.

Con todo probado dejamos el equipo bajo una rafia enorme porque había previsión de lluvia y no volvíamos hasta las ocho de la tarde. Pero, no había de qué preocuparse, los vástagos de Aragog nos protegían el equipo (esas arañas estaban empadronadas y tenían DNI).

Cuando volvimos por la noche el viento se había llevado la rafia y estaba todo destapado, pero seco. Nos fuimos a cambiar y nos preparamos en el escenario esperando a que unxs invitadxs tocasen a piano y guitarra el «Nothing Else Matters» de Metallica (¡tiene mucho mérito meterse en ese fregado sin poder ensayar!). Tras ello comienza Highway to Hell con nuestro concierto.

El concierto avanzaba sin contratiempos, con pequeños reductos que lo cantaban y bailaban todo, era una pasada. Que el novio llevase una camiseta con una de los versos más coreados de Extremoduro era indicativo del festival que se venía. Cuando ya pasábamos el ecuador del concierto empezó la pesadilla: llovía. Acabamos el popurrí y hacemos una parada en boxes esperando a que amainase, pero nunca amainó.

El caos se apoderó de la situación. Corrimos a por los coches y a desmontar bajo la rafia como podíamos a oscuras y empapados. Las cosas las guardábamos mojadas como podíamos para sacarlas de enmedio lo antes posible. El resto es de sobra conocido: riadas, lluvias torrenciales, granizos… la vuelta a casa fue complicada con un clima tan duro, aunque lxs invitadxs de la boda no perdieron el tiempo y se pegaron un chapuzón en la piscina bajo la lluvia, ¡menudos valientes!

Nos sabe mal que la celebración quedase a medias por el temporal, ya es mala pata teniendo en cuenta la situación de sequía que estamos viviendo. De todos modos, ¡deseamos que lo pasarais en grande y que seais muy felices, pareja!