Convención motera de Harley-Davidson

Blog: Convención motera de Harley-Davidson

El 25 de septiembre viajamos hasta Tortosa para amenizar la convención motera de Harley-Davidson.

Ya nada más llegar de buena mañana al montaje nos encontramos con una señal, montábamos en el Hotel Corona. Nuestras actuaciones en el camping de mismo nombre siempre son la caña… ¡igual es nuestro amuleto! La sala en que montábamos lucía bonita y recogida, aquello parecía una boda. Además la acústica era perfecta, todo sonaba muy claro y equilibrado sin perder ápice de caña, no descartábamos que lxs asistentes se volviesen locxs y arrollasen la sala con sus motos.

La actuación sería por la noche, por lo que nuestros amigos Rafa y Toño nos dieron cobijo en su casa en la que pudimos disfrutar de una barbacoa exquisita (¡gracias chicos!), moscas y mosquitos por doquier, un caballo enorme, un perro que mordía ruedas de coche en marcha y alguna que otra siesta de nuestros integrantes para recargar sus pilas para lo que se venía esa noche.

Tras un paseo por Tortosa, algunas cervezas y un par de raciones de bravas nos ponemos rumbo al Hotel Corona, en el que nos esperaba una sorpresa un tanto curiosa. Vimos a un motero clásico, chaqueta vaquera sin mangas llena de parches, larga melena, fornido, y junto a él un elfo.

Sí, un elfo.

Cuando entramos a cambiarnos nos encontramos disfraces de todo tipo: espantapájaros, brujas, hombres de hojalata, ¡incluso gente disfrazada de baldosa amarilla! Sin comerlo ni beberlo habíamos acabado en el reino de Oz.

Nada más lejos de la realidad, la fiesta era temática pero eran moterxs, muy moterxs, y en cuanto empezó el concierto se puso de manifiesto. Las caderas no podían quedarse en las sillas, no había canción que cayera en saco roto. Para rota la pedalera de Blas, que decidió dejar de funcionar sin previo aviso para su sorpresa y desconcierto. En esos momentos de falta de graves te das cuenta de lo que aporta el bajo a la mezcla. Al menos cuando golpeó las luces con el instrumento reaccionó pronto para estabilizarlas de nuevo. Tenía el día el muchacho.

Pero nada, una anécdota para un concierto tremendo que lxs asistentes no querían que acabase, podíamos ver cómo los disfraces poco a poco iban desapareciendo en mares de sudor, bailes y coreos. Fuisteis un público excelente, nos divertimos muchísimo y lo pasamos muy bien todxs juntxs.

Ojalá coincidir de nuevo en un festival similar, noches así no pesan y nos dan la vida.

Full throttle!!