«Cadaqués que me ves…»
3 junio, 2025

Primavera Rock en Cadaqués y Ready to Rock viaja a la otra punta de Catalunya para completar un día bien cañero.
3 horas nos separa de ese pequeño oasis turístico, por lo que por la tarde tempranito montamos dos coches y salimos para allá. Tremendas curvas las de Cadaqués, no apto para llegar demasiado cansado a ellas.
Cuando llegamos allí pudimos escuchar temazos del punk y rock en español de mano de los Defecators, descargamos bajo el escenario y fuimos a aparcar y a hacer el check-in en el Hostal «El Ranxo». Nos hicimos un café y fuimos a por birras y disfrutar de las vistas de su playa.
Sonia, que cuidó de nosotros en todo momento, nos reservó mesa en «La Gritta» y cenamos pizza, ensalada y milanesa acompañadas de vino. Había un ambiente muy guapo en Cadaqués esa noche.
Una vez cenados era la hora de Bazaga’s, grupazo tremendo que hizo versiones de grandes temas de rock y country con un gusto impecable. Grandes músicos y muy simpáticos. Gracias por quedaros luego un rato a ver nuestro show 🙂
Tras ellos subimos al escenario a hacer check y comienza la pesadilla… la pedalera de Blas ha muerto. Dos salidas no funcionan y un jack ha petado. Con ayuda de Albert, que sustituía a Fran esa noche, desmontaron media pedalera para poder tirar el bolo con realtiva normalidad, nos cambiamos y empezamos.
El bolo iba de maravilla, la gente que aguantó hasta la madrugada lo estuvo dando todo con nosotros, coreando a pleno pulmón, hasta que la pesadilla se marca una secuela… Dani peta el parche del bombo.
Por suerte tenemos recursos para estos momentos. Pablo se sacó de la manga una balada acústica mientras Dani y Blas hacían imposibles con algo de cinta aislante, remedio que sirvió un ratito pero que no fue suficiente. Seven Nation Army pretendía animar al público mientras se giraba el bombo y se volvía a microfonear… a estas alturas el objetivo era salvar el máximo del bolo posible.
Y lo conseguimos, lo que pasa es que con tanta problemática tuvimos que recortar mucho para no pasarnos las horas que estaban permitidas para el festival… por lo que acabamos de una forma un tanto apresurada. Hemos de decir que la gente se comportó de 10, dándonos su calor en una situación tan complicada y que tuvieron bellas palabras con nosotros tras el bolo. Ahora con todo recogido y perdiéndonos de camino al párking fuimos a dormir y descansar. Eso sí, antes de llegar al párking la furgo de Albert hacía un pitido raro…
A la mañana siguiente desayunamos unos bocatas y emprendemos la vuelta a Tarragona… pero la maldición hizo su última aparición: Albert había pinchado rueda antes de llegar a Figueres.
En definitiva, Cadaqués nos lo ha puesto difícil, pero es un lugar bonito con gentes aún más bonitas. ¿Repetimos?
