El día 4 de julio exploramos nuevos rincones de Vila-Seca para amenizar el vermut y comida de “La Oficina”.
La mañana prometía desde el momento que vimos que los árboles nos iban a dar sombra durante todo el montaje, prueba e incluso concierto. Tocar al mediodía en julio debería ser considerado deporte de riesgo.
Pero si de prometer va la cosa el punto álgido fue el momento en que la prueba de sonido coincidió con varias comuniones en la iglesia de al lado, lo sentimos pero forma parte de nuestro trabajo. Además, pocas son las personas afortunadas de comulgar en la iglesia al cántico de “Highway to Hell”. Experiencias únicas con Ready to Rock ;).
El concierto fue un cañonazo. Muchísimas caras nuevas que nos descubrían aquella tarde, muchxs amigxs y familiares, todxs disfrutaron de lo lindo de los platos de “La Oficina” y de una buena dosis de rock and roll. Pese a los pequeños fallos técnicos al principio del concierto pronto se retomó el ritmo que no paró hasta casi dos horas y cuarto después.
Tras el concierto pudimos disfrutar de una riquísima paella cortesía del local, ¡nos tratan de maravilla! Disfrutamos mucho de los conciertos, pero el momento de comer es uno de nuestros momentos preferidos de las actuaciones.
Poco a poco vamos viéndoos en vuestra salsa, bailando de pie en vuestros sitios. Cada vez falta menos para uno de esos bolos que acaban marcando un antes y un después.
Esperamos volver a veros pronto, gentes de “La Oficina”, en breve estaremos de nuevo en Vila-Seca. Stay tuned!!