Para terminar nuestro finde destroyer rematábamos en La Bisbal del Penedés, el 13 de agosto.
Tuvimos unas horas para descansar tras la llegada de Fabara, estábamos convocados allí a las doce de la noche.
Esta vez con Chincheta y Jose nos presentamos en La Bisbal donde faltaban minutos para que el tributo a Raffaela Carrá abriese la noche. Allí coincidimos con el guitarrista de Jarabe de Palo y seis pollos a l’ast y sus respectivas ensaladas en nuestro camerino. Teníamos incluso un Actimel por cabeza, en la Bisbal cuidan a sus músicos.
Mientras Pablo y Chincheta buscaban sin suerte un sitio abierto para comprar tabaco solo podíamos sufrir por los bailarines de Raffaela. Según nos dijeron, mientras sudaban como si se hubieses caído al río, esa noche «hacía frío».
Llegado el momento montamos todo, hacemos un pequeño check y esperamos a salir para darlo todo, Chincheta solo necesita eso para hacernos sonar como la «apisonadora de Ready to Rock».
Eran las dos de la mañana de un domingo y aún así la plaza se movía bajo el escenario con un público entregadísimo que nos hizo el finde. ¿Que qué pasó durante el concierto? Teníamos a chicxs de menos de 15 años cantando todos los temas, pilares de 3 durante las canciones, coreos de Bon Jovi, emoción por Extremoduro, caras conocidas que habían venido expresamente a vernos… una entrega constante durante las dos horas que duró el concierto. Incluso tuvimos que pedir perdón por el parón pautado en I Want to Break Free (está en el guion) porque lo petaron. Tanto querían que continuásemos que esta vez tocamos un bis de verdad, de esos que no aparecen en el setlist.
Después del concierto nos hicimos tropocientas fotos con el público, ¡salimos encantados de La Bisbal! Ojalá nos veamos pronto de nuevo porque un público así no es fácil de encontrar.