El primer concierto del año ha caído en Lleida, el 25 de enero, para el quincuagésimo aniversario de David.
Tras dar unas cuantas vueltas de reconocimiento encontramos el lugar, un espacio multifuncional a las afueras, en el que hacía más frío dentro que fuera.
Esquivando globos que explotaban al azar como si de bombas con temporizador se tratase llegamos a un gran escenario al que pronto metimos mano y organizamos el equipo.
Las vacaciones no parecían haber pasado factura y más pronto que tarde lo teníamos todo montado.
Las pruebas… quizá costaron más por la acústica del lugar, y que las explosiones de globos al azar nos hacía morir por dentro mirando a Dani creyendo que era él golpeando la caja, apenas llegaron unos pocos enteros a la fiesta.
Una fiesta que, pese a contar con Ready to Rock, se antojaba suave… no por un volumen irrisorio o un repertorio más popero de lo habitual, todo lo contrario. Nuestro amigo David parece ser un gran fan de Los Suaves y la fiesta estaba totalmente tematizada, aunque luego cobraría mucho más sentido…
Corremos el telón (éramos la sorpresa de la noche) y fuimos a cenar a un Punto Estrella cerca de allí, donde nos pusimos las botas a consciencia ya que la actuación empezaba pasada la media noche y luego tendríamos sesión de “DJ to Rock”.
Media hora antes de comenzar entramos de estrangis por la puerta trasera, nos ponemos en posición, David abre el telón y la descarga de rock calló sobre ellxs.
…aunque el rock no fue lo único en caer, corría la tercera canción aproximadamente y ya teníamos a un esporádico sobre el escenario saltando a la multitud, un pequeño indicio de lo que estaba por venir. El compañero perdió la peluca y todo, que le fue devuelta al percatarse Blas de que no era de su talla.
Si el “stage diving” no es suficiente, en el momento que Pablo preguntó por Dolores obtuvimos respuesta. Quizá todxs ellxs se llamaban Dolores, la cuestión es que pasó de estar el público en la pista y la banda en el escenario a estar el público en el escenario y la banda en la pista, visualizando el panorama y disfrutando del espectáculo. Nos gusta llamarlo “Karaoke Extreme”.
El concierto prosiguió sin más altercados, con un público entusiasmado que había disfrutado de lo lindo, con el que estuvimos charlando tras el concierto, en el que entraba en juego DJ Fran (gracias por tomarte la molestia, compañero) que alargó la fiesta hasta altas horas de la madrugada… o bajas horas de la mañana.
Nos cuidaron mucho, no nos faltaba cerveza, chucherías y de vez en cuando nos traían un poco de jamón cortado. A nosotros, que llevábamos horas sin comer, se nos saltaban las lágrimas.
Pese a ir preparados para hacer noche, sólo Fran durmió en su coche. Y Blas, que se trajo el equipo de supervivencia completo, haciéndose hueco entre partes de batería, pies de micro, su bajo y más parte del equipo esperando a ser cargado por la mañana.
Al final, el que más, durmió un par o tres de horas a lo sumo.
Pablo y Dani fueron los valientes de la noche, que empalmaron la cháchara con la imposibilidad de dormir en el frío suelo de la nave y recogieron el campamento antes que nadie, a los que se sumarían el resto de la banda antes de salir el Sol.
Fue un impresionante bolo para comenzar el año, gracias por vuestras bellas palabras y ese trato tan cercano, ¡estuvimos muy a gusto!
¡Muchas felicidades David! A por otros 50 añazos de amigxs y rock and roll ;).
¡Nos vemos pronto!