El viernes 30 de junio acabamos el mes con un nuevo concierto en Ametlla de Mar, esta vez al otro lado del puerto. La maldición de los coches ha dado la vuelta a Ready y esta vez es Blas el que necesita que le lleven. Está claro que lo relacionado con la automoción es una tarea pendiente en la banda.
Una vez en Ametlla nos pusimos a montar en un escenario que se abría a nuestro paso, pero ahí estaba nuestro Jose para solucionarlo: «Van a poner unas vallas y van a asegurar el escenario».
No consiguió las vallas ni que aseguraran el escenario, pero nos consiguió cervezas para nosotros y el equipo técnico. Fair enough.
Durante estas pruebas Dani quiso probar algo distinto. Inició un directo en el que podíais ver nuestras pruebas de sonido. Es gracioso vernos en esos momentos de pruebas torpes, situaciones divertidas y de complicidad entre los integrantes. El equipo de Albert y Pepe estuvo magnífico y aquello pintaba a bolazo. Fuimos a por otras birras mientras vigilábamos el equipo y luego fuimos a cenar.
Tremendas hamburguesas nos esperaban en el Boka a Boca, en la que nos inflamos tanto que Dani padecería el empacho durante el concierto. Con un chupito invitados por la casa fuimos al escenario a ponernos las camisas y esperar el momento en que Ametlla explotase con Ready to Rock.
Llegado el momento comenzó el método Ready. 30 minutos ininterrumpidos de temas para todos los públicos. ¡Nos sorprendió ver a muchas personas que llevaban siguiendo nuestras andanzas pueblo a pueblo! También los clásicos de Ametlla (que no se llevaron Maiden, pero sí una camiseta) o un joven afortunado que se llevó a casa todo tipo de merchandising de Ready to Rock. Nos encanta ver gente tan joven con tanto interés por el rock.
Muchas gracias a todxs aquellxs que os detuvisteis un momento a hablar con nosotros después del concierto, ¡nos encanta recibir vuestro feedback! Se fue más gente con camiseta de Ready to Rock que los que llegamos con ella.
Ametlla, nos llega vuestro amor. No creo que tardemos en volver. ¡Hasta la próxima!