Descargando las pilas en Pont d’Armentera

El pasado 20 de julio estuvimos dando caña en el Pont d’Armentera junto a nuestros compañeros de La Prole Band.

La noche prometía ya desde la tarde, momento en que nuestro compi Chincheta perdió su pen drive con la sesión, tuvimos que comprar otro y no nos entendimos con el resto de la banda, por lo que llegamos un poquito tarde. No fue problema para Dani o Pablo, que esperaron con unas cervezas.

De todos modos, al llegar, el equipo aún no estaba montado, por lo que pospusimos las pruebas y fuimos a probar suerte con la rifa. Pero, como de costumbre, el jamón no fue para Ready. Las rifas son nuestra gran tarea pendiente.

Después de la merienda fuimos al escenario, que aún estaba en obras, y fuimos colocando nuestro equipo para hacer las pruebas lo más pronto posible. Enric tuvo que mover la mesa al centro para poder oír las PA’s de la derecha y acabar unas pruebas bien cañeras.

Con tanto desgaste de energía creímos conveniente volver al bar para cenar y por fin, después de tantos viajes en furgoneta y pueblos perdidos, Ready to Rock encontró las raciones de morro frito. Comerse esos platos mientras sonaba la Band Tocats de fondo sabía a victoria.

De camino al escenario nos comentaron que teníamos un camerino que nunca vimos y estuvimos esperando a que nos dieran el OK mientras algunas familias se impacientaban, ¡lo sentimos! Como se suele decir, nosotros somos «unos mandaos».

Hasta que, por fin, subimos al escenario que estaba presidido por nuestra nueva pancarta de 6 metros. A la segunda va la vencida.

Sobre el concierto tenemos que decir que Pablo casi tiene que usar collarín y que las patas de un lado del escenario se vieron afectadas por la descompensación. Hacía tiempo que no veíamos el efecto «barra de bar» y menos tan duro, fue casi imposible despegar al público de los grifos de cerveza. Lo comprendemos, también hemos estado ahí, sabemos lo que es.

Por suerte Pablo consiguió que poco a poco el público se fuese centrando, ardua tarea. Tenemos que destacar que muchas familias, jóvenes y algunx que otrx esporádicx nos dieron la vida aquella noche, siguiéndonos el rollo y dándolo todo cuando era necesario.

El concierto terminó sin más contratiempos. Decidimos quedarnos un rato a ver a nuestros compis de La Prole y luego cargaríamos los coches. Ah, los coches, una historia interesante.

Resulta que Fran sigue sin estar acostumbrado a las noches de bolo y se olvidó de quitar la doble intermitencia de su coche y se quedó sin batería. La maldición de Ready volvió a cebarse con los guitarristas solistas. Por lo tanto nuestra noche acabó esperando a la grúa para que nos pusiera las pinzas y llegando a casa con el sol diciéndonos que era de día.

Pont d’Armentera, ¡fue un placer compartir la noche con vosotrxs! Eso sí, la próxima vez esperamos que la barra la pongan en el centro :P.