El viernes 12 de julio la diligencia de Ready to Rock hacía parada en “El Dorado Resort” de Cambrils con intención de descargar kilos y kilos de rock para sus huéspedes.
Pronto nos pusimos a montar en ese alto (¡pero alto!) escenario, viejo conocido de uno de nuestros integrantes, siguiendo las instrucciones de un equipo de animación muy atento y simpático que en ningún momento puso ninguna pega al atronador sonido que emanaba de allí.
Ya durante las pruebas veíamos a algún que otro cliente cantando con nosotros, la noche prometía ser una fiesta constante… y no nos equivocamos.
Comimos hamburguesa (excepto don bocatas y el hombre de la ensalada) en un bar cercano, en el que pedimos unas riquísimas patatas bravas naturales para coger fuerzas antes del concierto que se venía. A estas alturas podríamos considerarnos catadores oficiales de patatas bravas, título que aceptaríamos de buena gana.
Entre duendes, hadas, piratas y una mascota despiezada en bolsas de basura empezamos a cambiarnos en lo que parecía ser un horno, suena la intro y Ready to Rock escala el escenario para amenizar la noche.
Y, ¡menuda noche! Había sectores por todas partes, pequeños y mayores, que lo daban todo con nosotros. Algunos saltaban y bailaban de pie, otros incluso saltaban con la silla en la que estaban sentados. Dos peques incluso consiguieron las baquetas de la noche, que devolvían al escenario pensando que “se habían caído”, mientras que otro levantaba sillas sobre su cabeza al más puro estilo rockstar.
Nos acompañaron en todas las canciones y tonterías que se nos ocurrían durante la actuación, siguiéndonos de buena gana creando un ambiente inmejorable. Esta vez fue algo excepcional, pero quién sabe si nos dejamos caer nuevamente por El Dorado… el destino lo dirá.
Una noche estupenda rodeada de un público estupendo, ¡gracias a todos por disfrutar como nosotros!
Y…
¡Miguel! ¡Gracias por las aguas! 😉